lunes, 16 de marzo de 2015

ESTRATEGIAS DE FORMACION ACCESO PARA LA APROPIACION PEDAGOGICA DE LAS TIC 


CLAUDIA PATRICIA BEDOYA VILLADA
DIANA PATRICIA VARGAS
ARMANDO MUÑOZ



Profesor Guía: Jaily Quintero.

 Bello,  Antioquia 2015

PROYECTO DE AULA

 

PROBLEMA

La educación  que se le brinda a niños y niñas con discapacidad intelectual (que requieren apoyos intermitentes), en básica primaria, no está siendo efectiva en los logros adquiridos; teniendo en cuenta expectativas de las familias y en los compañeros de aula es evidente que requieren mayor aceptación a la diferencia.

PREGUNTA ORIENTADORA

¿Cómo el apoyo de las TIC permite insertar prácticas Inclusivas en niños con Discapacidad Intelectual en el aula de educación formal?

JUSTIFICACIÓN

Nos encontramos ante un gran reto en el aula, ya que tenemos estudiantes con diferentes ritmos y estilos de aprendizaje, además contamos  con niños  cuyas características principales  son dificultades de aprendizaje y discapacidad intelectual, así mismo,  la metodología implementada hasta ahora es básicamente la tradicional,  lo cual dificulta el proceso y avance académico  de los alumnos   por su característica de homogenización del aprendizaje.

Por lo tanto,  teniendo en cuenta que la inclusión no tiene que ver sólo con el acceso de los y las estudiantes con discapacidad a las instituciones educativas, sino con eliminar o minimizar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación del estudiantado,  se busca la implementación de las TIC, brindando la posibilidad de generar auténticos procesos de inclusión educativa, donde se estimule permanentemente a todos sus estudiantes, se les motive, reconozca  y valore el esfuerzo en cada uno de los procesos de acuerdo a sus ritmos de aprendizaje, sin sacarlos del contexto del aula y la temática que se esté desarrollando.

La propuesta es realizar un proyecto de aula en el cual se utilicen las TIC   para el desarrollo de temáticas alrededor de los procesos de inclusión, de la aceptación a la diferencia y el aprestamiento en  la lectura y escritura.

La vinculación de las Tic dentro de una planeación pedagógica estructurada y con objetivos claros, posibilita la educación virtual  con el uso de  herramientas como (correo electrónico, foros, chat, videoconferencias como Skype y webex, blogs, entre otros), reduciendo barreras, partiendo de la motivación que genera la tecnología a los estudiantes, más aún a los que tienen discapacidad intelectual; todo  esto proyectado bajo una intencionalidad pedagógica e inclusiva.

OBJETIVO GENERAL

Diseñar actividades y herramientas que permitan a los estudiantes con discapacidad intelectual a través de prácticas educativas desde las TIC lograr su inclusión y desempeño en los ámbitos académico y psicosocial.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

·         Adaptar el proyecto educativo y curricular de la escuela a las demandas educativas de estos alumnos.
·         Diseñar actividades de sensibilización (aceptación de las diferencias)  con los grados 1°
·         Crear un blog donde los niños puedan realizar actividades de manera interactiva, donde tanto docentes como estudiantes encuentran información y juegos.
·         Sistematizar los hallazgos encontrados en la actividad realizada.

METODOLOGÍA

-       Selección y análisis de los contenidos educativos digitales y herramientas TIC utilizadas para el proyecto de aula.
-       Talleres de sensibilización en el aula.
-       Trabajo personalizado utilizando la web, realización de actividades con los niños y las niñas utilizando el blog.
-       Seguimiento, evaluación y retroalimentación al  proceso

RECURSOS

-      Cibergrafia: Páginas relacionadas con inclusión
-      Blog (juegos)
-      Tablero digital
-      Video
-      Socialización de la experiencia  a los demás grupos

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES



Fecha
Descripción de la Actividad
Resultado de la Actividad
1
Febrero 11/2015
Planeación de las actividades a realizar con los estudiantes
Se establecieron fechas de la realización de las actividades


2
Febrero 18/2015
Socialización del proyecto de aula con los estudiantes.
Se mostraron muy receptivos


3
Febrero 18
Creación del blog

4
Febrero
25/2015
Visita a la sala de informática. Taller de sensibilización. Las diferencias
Aprendieron sobre las diferencias de las personas.(Juegos)


5
Marzo
04/2015
Segundo taller de sensibilización “cuatro esquinitas de nada”
Los niños se sintieron motivados en la realización de cada uno de los talleres entendiendo que la inclusión hace parte de nuestro contexto social.



MARCO TEÓRICO

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC)

Las TIC son aquellas tecnologías que permiten transmitir, procesar y difundir información de manera instantánea. Además, optimizan el manejo de la comunicación, permiten generar mayor conocimiento e inteligencia, abarcan todos los ámbitos de la experiencia humana, el trabajo, las formas de estudiar, las modalidades para comprar y vender, los trámites, el aprendizaje y el acceso a la salud, entre otros.


 Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), en  la educación

El sistema educativo no puede quedar al margen de los nuevos cambios, debe atender a la formación de los nuevos ciudadanos y la incorporación de las nuevas tecnologías, ha de hacerse con la perspectiva de favorecer los aprendizajes y facilitar los medios que sustenten el desarrollo de los conocimientos y de las competencias necesarias para la inserción social y profesional de calidad. Por lo tanto los docentes tenemos múltiples razones para aprovechar las nuevas posibilidades que proporcionan las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), para impulsar este cambio hacia un nuevo paradigma educativo más personalizado y centrado en la actividad de los estudiantes.

La inclusión y el uso de las tic

La UNESCO define la educación inclusiva en su documento conceptual (i) así: ¨ La inclusión se ve como el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación. Involucra cambios y modificaciones en contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con una visión común que incluye a todos los niño/as del rango de edad apropiado y la convicción de que es la responsabilidad del sistema regular, educar a todos los niño/as ¨ 

Se basa en el principio de que cada niño/a tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje distintos y deben ser los sistemas educativos los que están diseñados, y los programas educativos puestos en marcha, teniendo en cuenta la amplia diversidad de dichas características y necesidades. 
Es así como se pueden utilizar las tic para aportar al proceso de inclusión educativa de los niños con discapacidad intelectual.

Política de inclusión

Según la Constitución política de Colombia de 1991, y las leyes 115 de Educación de 1994, 361 de 1997, 1098 de 2006, el decreto 366 de 2009, la ley 1346 de 2009 y la recientemente promulgada 1618, de 2013, los padres de nuestros niños, niñas y jóvenes con discapacidad no tendrían por qué hacer un peregrinaje para conseguir cupo en las instituciones de educación, ni públicas ni privadas.

Históricamente, las personas con discapacidad cognitiva, mental, física, sensorial y múltiple han sido segregadas, no sólo en el campo educativo, sino también en el social y el laboral. A una persona nacida en 1940 con algún tipo de discapacidad le era imposible ingresar al colegio o a una institución de enseñanza especializada. Lo más seguro era que terminara recluida en su casa o en alguna institución, la mayoría de las veces de carácter clínico, pues su discapacidad era considerada una enfermedad. Por lo tanto, esa persona, se creía, era incapaz de aprender.
En los años 60 y 70 la situación comenzaba a cambiar. Lo más probable era que esa persona hubiera asistido a un centro de educación especial, en donde compartía su vida “escolar” con otros niños con discapacidad. Tendría derecho a contar con una educación especializada, pero seguiría siendo excluida del modelo educativo tradicional y de la vida social. Su educación, seguramente, iría dirigida hacia su rehabilitación, antes que al desarrollo de sus habilidades y potencialidades cognitivas. Los niños, a través de algunas pedagogías especiales, podían aprender algo, e interactuar con el medio dentro de un espacio escolar exclusivo y un ambiente social protegido. Un mundo aparte.

En las décadas de los 80 y los 90, la educación para los niños con “necesidades educativas especiales” dio un paso adelante. Se comenzó a hablar de “integración escolar”. Según este modelo, los niños compartían la vida escolar con otros niños y jóvenes sin ningún tipo de discapacidad, participando de la cotidianidad de la escuela. Sin embargo, los contenidos de las materias, así como las metodologías, permanecían igual para todos, siendo los niños los que se tenían que acomodar al modelo educativo tradicional, seguramente con algún tipo de apoyo extracurricular.

 De esta forma, no era nada raro que al finalizar el proceso escolar no se hubieran desarrollado todas las capacidades cognitivas y el alumno hubiera pasado de un curso al otro sin cumplir siquiera con los requisitos mínimos. El estudiante debía ajustarse de alguna manera a la institución educativa y responder a los retos planteados.

En los últimos años se ha empezado a hablar, cada vez con más fuerza, de la educación inclusiva, un modelo que vincula a todos los niños y niñas al proceso de aprendizaje sin discriminación alguna.

En palabras de María del Pilar Sánchez, profesora de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, “la inclusión educativa se ha definido como un proceso sistemático de mejora de las instituciones educativas para tratar de eliminar las barreras de distinto tipo que limitan el aprendizaje y la participación del alumnado en la vida académica y social de los centros donde están escolarizados, con particular atención a aquellos estudiantes más vulnerables; en este contexto, los alumnos con discapacidad o con necesidades educativas especiales son un colectivo de marginación y riesgo de exclusión”.

Desafortunadamente, en nuestro país son pocos los colegios, tanto públicos como privados, que hacen una apuesta por este tipo de educación. No se puede negar que muchas instituciones reciben en sus aulas a niños con discapacidad, sin generar cambios significativos en la estructura y el funcionamiento del proceso de aprendizaje y del quehacer pedagógico.

 Los colegios, como lo afirma Nancy Herrera, psicóloga del ESI (Equipo de Soporte a la Inclusión), y lo reafirma Luz Stella Uricoechea, directora del Nuevo Gimnasio, están temerosos de trabajar sobre el modelo de inclusión porque no quieren arriesgarse, le temen al cambio, e ingresar a un sistema de educación como éste implica tener que romper varios paradigmas sobre los cuales se ha construido la educación, como el de pensar que si el niño no se adapta al colegio, el colegio no es para él, o que si un niño con necesidades especiales está en un colegio, el rendimiento académico del mismo va a bajar y, por ende, los resultados de las pruebas del Icfes descenderán.

No sólo las instituciones sienten miedo al enfrentar la posibilidad de brindar una opción educativa diferente. Los maestros también temen tener en sus aulas a niños con discapacidad cognitiva, porque no cuentan con las herramientas necesarias para ayudarles en su proceso de aprendizaje y creen que puedan interferir en el trabajo de los niños regulares. Hugo Edilberto Florián, rector del Colegio República Bolivariana de Venezuela, IED, dice que “los profesores sienten miedo porque piensan que tienen que sacar algo que no tienen o no saben, y lo que hace este modelo es potenciar y sacar lo que ya tenemos.

 La labor que se hace en un aula regular no es muy diferente a la que se realiza en un aula inclusiva; lo único diferente que hacemos es visibilizar a los niños”.

Así como las instituciones y los maestros sienten miedo al enfrentarse con un modelo de educación inclusiva, también los padres de niños regulares manifiestan sus temores sobre las desventajas académicas, sociales y culturales que puedan tener sus hijos al compartir con niños discapacitados, temores producto de los prejuicios y el desconocimiento que en general hay sobre las diferentes discapacidades.

 Por ejemplo, que los niños con síndrome de Down son agresivos, que los niños con autismo viven en su propio mundo, que los niños con discapacidad presentan un despertar sexual temprano. Paradigmas como éstos hacen que muchas veces los padres retiren a sus hijos de colegios con programas de inclusión, como cuenta Luz Stela Uricoechea que ha ocurrido en el Nuevo Gimnasio.

A veces, la realidad en estos mundos pasa por otros caminos. Nancy de Falla relata que durante una visita que hizo al colegio La Enseñanza, vio en el recreo, en un interclase de fútbol, que un chiquito con síndrome de Down metió un autogol y salió feliz a contarle a la profesora sobre su hazaña; detrás de él se acercaron corriendo sus compañeros de equipo, y mientras todos esperaban una reacción de molestia y furia, con lo que se encontraron fue con la risa de complicidad de sus compañeros y su invitación a que continuara con el partido.

O experiencias como la que nos narra Ana María González. Su hija con problemas de comunicación severos ingresó al colegio, y a su salón de clase entraron dos niñas que sólo hablaban inglés; como, al igual que María, no podían comunicarse con sus demás compañeras, se sintieron identificadas y se estableció entre ellas un vínculo de amistad, sin importar las diferencias cognitivas o de aprendizaje. Si bien es cierto que estas pequeñas aprendieron a hablar español, mientras que María continúa con dificultades en su proceso de comunicación, ellas, como el resto de sus compañeras, han aprendido a entender el lenguaje propio de María, al punto que le sirven de intérprete con sus profesores.

Por otra parte, una niña del Nuevo Gimnasio habla sobre la experiencia de compartir su vida escolar con niñas con discapacidad y dice que “es chévere, es una bonita experiencia porque aprendes a convivir con otras personas. Nosotras compartimos los recreos y la vida regular del colegio con las niñas con discapacidad. Eso nos ayuda a que cuando salimos del colegio y nos encontramos con personas discapacitadas sea más fácil, uno respeta más y habla con ellos normal y los trata como personas”.
Situaciones como éstas se repiten en los colegios que le han apostado a la inclusión escolar.

Desafortunadamente, todavía son una minoría y cada uno trabaja de modo aislado. Algunos lo hacen con tutoras o sombras dentro del aula de clase; otros prefieren tener un grupo de profesores de apoyo que se encarga de realizar la flexibilización curricular; otros solicitan apoyos externos, que son financiados por los padres o por el Estado. Pero ninguno de ellos pretende ser un colegio de educación especial, manejan lo que Gordon Porte denomina “proporción natural”, que no es más que la relación que debe darse dentro de un grupo entre personas “normales” y personas con discapacidad. Por eso, a sus aulas sólo ingresa un número pequeño de niños con discapacidad, lo que hace que el porcentaje de cobertura sea muy bajo y los padres no encuentren cupos para sus hijos.

Optar por un modelo de educación inclusiva exige realizar cambios, no sólo en las instituciones educativas, sino también en el entorno sociocultural; contar con una sociedad más inclusiva en la que las personas con discapacidad hagan parte integral de la vida diaria. Nuevos retos se abren para Colombia al adoptar una política de inclusión y contar con un mayor número de programas de formación para docentes en ese ámbito, con programas de educación superior técnica y profesional a los que tengan acceso las personas con discapacidad.

Si bien es cierto que en universidades como la Pedagógica Nacional se ha eliminado la barrera del examen de admisión para personas ciegas y sordas, en la Universidad Nacional de Colombia se han realizado adaptaciones a los exámenes de admisión para estas personas, y otras universidades del país están trabajando para abrir una oficina de atención a los estudiantes con discapacidad y programas de adaptación curricular, las personas con discapacidad cognitiva todavía encuentran barreras, tanto en las universidades como en los colegios y, sobre todo, en la sociedad.


¿Cómo se ve un colegio inclusivo? 


Es aquel en el que todos pertenecen, son aceptados y apoyados por sus compañeros y otros miembros de la comunidad escolar en el camino de obtener respuesta a sus necesidades educativas. 

En un colegio inclusivo el personal de la Institución Educativa , los estudiantes y los padres: 


  saben que todos los niño/as pertenecen como parte de la comunidad educativa
  hacen énfasis en el aprendizaje de todos los estudiantes
  proveen igualdad de oportunidades para todos los estudiantes
  reconocen el valor de todas las personas
  ven a cada persona como un individuo único
  aprenden de y sobre personas con características diversas
  trabajan juntos en la organización para la solución de los problemas
  comparten la responsabilidad de todos los estudiantes

RESULTADOS DEL PROYECTO

Se observó en los estudiantes mucha disposición y ánimo, para realizar las actividades propuestas  en el blog; entendiendo muy fácil  las instrucciones.
Con el taller de sensibilización grupal se muestran más colaborativos y tolerantes ante la diferencia de sus compañeros. Entendiendo también que todos somos diferentes y podemos compartir un mismo espacio que es la escuela.
Los niños con discapacidad se muestran más dispuestos al trabajo en clase a través de las ayudas tecnológicas (Tic), vinculándolos de forma directa a las actividades que se tienen propuestas para el resto del grupo,  solo se hacen algunas adaptaciones de acuerdo al nivel de conceptualización en el que se encuentra.

PAGINAS DE APOYO